NUEST​R​A HISTORIA

Las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, es una Congregación religiosa, de la Iglesia Católica, fundada el 5 de Agosto del 1969 en Santiago de Cuba, por el presbítero Ciriaco Sancha y Hervás (Cardenal Sancha). Realiza su labor Pastoral en 11 países: Cuba, República Dominicana, Haití, Colombia, Perú, Venezuela, Panamá, Puer​to Rico, New York, España e Italia. La congregación ha recibido de la Iglesia una particular misión apostólica y la realiza mediante la Educación de niños, adolescentes y jóvenes, asistencia al adulto mayor, servicio de salud (dispensarios médicos y Boticas), Escuelas laborales y trabajo pastoral en las Parroquias. 

RESEÑA HISTÓRICA

La Congregación Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, nació por inspiración del Espíritu Santo, al Presbítero Ciriaco Sancha y Hervás, en Santiago de Cuba, el día 5 de agosto del año 1869 . El Presbítero Sancha y Hervás, recibió la ordenación sacerdotal a los 24 años de edad, el 21 de febrero de 1858. En 1862, inquieto con gran celo por la pastoral social y con mentalidad privilegiada, progresista, con su primer amor vocacional, aun ardiente, lo trasladan a Cuba, para continuar su misión sacerdotal; allí hace propio el dolor de los preferidos del Reino: los pobres.

La realidad de extrema pobreza del pueblo cubano, a consecuencia de la guerra de independencia de 1868, de cara al mensaje del Evangelio, lo retan; Sancha, ya venía pensando en voz alta, con cuatro jóvenes, sus dirigidas; cómo llevar una acción concreta y eficaz que alivie las carencias de estos rostros dolientes de Cristo, que caminan ambulantes por las calles de Santiago de Cuba. Es este, el motivo fundante, la génesis de nuestra Congregación:

“Hermanas de los Pobre Inválidos y Niños Pobres’’,




Darles acogida en un hogar que les ofrezca calidad de vida. Sancha, quiso dejar plasmado en el nombre que dio a la Congregación y en las Cofundadoras, su ideal, la inspiración carismática que motivó su fundación. Inspiración que encarnan y viven las primeras hermanas en la misión y en las obras. Al año de fundada, el 15 de julio 1870, Sor Concepción Domingo, Sor Asunción Domingo, Sor Josefa Fernández y Sor Caridad Flores , solicitaron al Dr .

José Orberá, Arzobispo de Santiago de Cuba, la aprobación Diocesana. En la solicitud le expresan el testimonio de su primer año de vida consagrada al servicio del pobre. El Padre Fundador, con gran espíritu de fe y de confianza en Dios, envió a las Hermanas María Estrada, Caridad Flores, Soledad Valdivia, Guadalupe Galán, Piedad Tejeda y Rosario Duque. Quieres arribaron al Puerto de Santo Domingo, el 14 de septiembre del mismo año.

En 1885 el Arzobispo de Santiago de Cuba gestionó en España, la incorporación de la Congregación a las Hermanas de los Ancianos Desamparados. Esta incorporación sólo tuvo efecto en la comunidad del Asilo San José, Santiago de Cuba, con lo cual perdimos nuestra Casa Madre. El Gobierno general estaba constituido por la Superiora General ayudada por la Hermana Intendente y la Secretaría. En reunión conjunta elegían la nueva Superiora General, cuando por cualquier causa justa quedaba vacante dicho cargo.

En el año 1920, fue elegida por primera vez, canónicamente, Superiora General Madre Joaquina Pichardo y sus consejeras . Adolfo Nouel, reorientó las comunidades existentes en este País hacia una nueva Congregación Diocesana, la cual fue erigida el 21 de enero de 1920 con el nombre de Hermanas de los Pobres de Nuestra Señora de la Altagracia. Las comunidades se fueron incorporando, con excepción de la comunidad del Asilo de San José, Puerto Plata, cuya Superiora, Madre Josefa Ericksen se opuso y escribió a Roma exponiendo el caso. Las hermanas readquieren su nombre y sus constituciones primitivas.

, forman una Provincia dependiente del gobierno general cuya sede era Camagüey, Cuba. La primera Superiora Provincial fue Madre Altagracia Hernández . En 1944 recibió la Congregación un Visitador Apostólico, Mons. , enviado desde Roma con motivo de la solicitud de la Aprobación Pontificia y en esta etapa del proceso histórico de esta obra de Sancha, dicho visitador, como él mismo lo expresa en el Decreto, «decidió redactar nuevas Constituciones» .

Lo justifica, en que «no percibe un nombre y unas constituciones que llenen las necesidades de la Congregación, y persiste en que San Benito no tiene que ver nada con la misma». Y la Congregación adopta un nuevo paradigma, lejos de la fidelidad fundante. La Congregación queda permeada por rasgos del carisma y espiritualidad de San Ignacio. En el Capítulo General del año 1952 fue elegida Superiora General Madre Amadora de Cristo Rey González, en sustitución de Madre Cecilia Hernández .

Realizó la difícil tarea de retirar las hermanas de Cuba, cuna de la Congregación, a consecuencia de implantarse en la Isla el régimen comunista. El capítulo General del año 1964 elige a Madre Mercedes Almonte, Superiora General, en sustitución de Madre Amadora de Cristo Rey. En 1967 participó por primera vez, en la reunión trienal de la Unión Internacional de Superioras Generales, en Roma y fue recibida por Su Santidad Pablo VI, en audiencia privada. En este mismo año, 1967, se estableció la primera comunidad en España, Patria del Fundador.

En el Capítulo de 1970 fue elegida Superiora General Madre Engracia Luna en sustitución de Madre Mercedes Almonte . Al interior de la Congregación de han vivido experiencias propias de este período post-conciliar, en búsqueda de nuevos estilos de vida comunitaria y de trabajo apostólico. En 1971 la Congregación extiende sus servicios a Venezuela. Esta expansión, en varios países, hace necesario la creación de las Delegaciones en el gobierno de la Congregación.

El Concilio Vaticano II, exhorta a la Vida Religiosa volver a las fuentes carismáticas primigenias. La Congregación en respuesta a este llamado, después de un serio discernimiento, redactó nuevas Constituciones, aprobadas en 1982, por las que intentamos recuperar la naturaleza originaria de nuestro carisma y la influencia de San Benito en nuestra espiritualidad . El Capítulo General Extraordinario, celebrado en diciembre de 1980 aprobó el nuevo Texto de Constituciones renovadas, en base a los estudios realizados por todos los miembros de la Congregación. Este texto fue sometido a la aprobación de la Santa Sede y el 12 de octubre 1981, después de introducir las modificaciones sugeridas por el Congreso, fue aprobado por la Sagrado Congregación para Religiosos e Institutos Seculares.